Un manto de profunda tristeza nos cubre hoy a los integrantes de la Súper Liga Norte, mientras la comunidad del rugby llora la partida prematura de uno de sus valientes guerreros. Patric Pardo, encontró su trágico destino en un fatídico accidente de tránsito en la Ruta C-46 km 38.6 de la comuna de Huasco.

La mañana del sábado, que debería haber estado llena de energía y emoción por el juego, se convirtió en un día oscuro para los Dromedarios. Patric deja un vacío imposible de llenar en el corazón del equipo. En cada partido, en cada práctica, dejaba su alma en el campo, inspirando a todos a superar sus límites y dar lo mejor de sí.

Patric Pardo no solo era un compañero de equipo; era un hermano en cada sentido de la palabra. Su sonrisa contagiosa y su espíritu luchador dejarán una huella imborrable en todos nosotros. Mientras lo recordamos en las tardes de juego y en las victorias que seguro habría cosechado con nosotros, renovamos nuestro compromiso de mantener viva su memoria. Los Dromedarios jugarán cada partido con el fuego y la pasión que Patric nos enseñó. En cada scrum, en cada try, sabremos que él está allí con nosotros, empujándonos hacia adelante. Adiós, querido amigo y eterno Dromedario, tu legado perdurará en cada rincón de nuestro campo y en cada latido de nuestro corazón.